Como
deportistas es imposible evitar aquellas situaciones complejas implícitas de la
disciplina que prácticas y que normalmente provocan un grado mayor de ansiedad,
ya que inevitablemente tendrás que hacer frente a este tipo de circunstancias que
genera mayor presión. Frente a dichos momentos, muchas veces el control de las
emociones puede determinar si realizar la tarea con éxito o no, sin importar
cuando te hayas preparado a nivel técnico, táctico y físico.
Si tus
nervios te traicionan ante situaciones en que se debe actuar bajo presión, es
probable que tus acciones te lleven a cometer un error y fallar en la tarea que
debes realizar. Pero existen formas de controlar las emociones y desempeñarse
con mayor normalidad ante estos momentos críticos. Aunque es importante tener en
cuenta que se pueden manejar de mejor forma, pero no evitar del todo.
Es
importante comprender que a nivel psicológico nuestros pensamientos, emociones,
fisiología y acciones están conectadas y en constante interrelación, en otras palabras,
lo que ocurra en uno de estos elementos puede influir directamente en los
otros. Por lo tanto, en cuanto a intervención si podemos trabajar en uno de
estos planos, los resultados también se evidenciarán los demás.
Muchas
veces no somos conscientes de los pensamientos que tenemos cuando nos
enfrentamos ante una situación difícil como lo es chutar un penal, ver la
altura del listón antes del salto con pértiga, cuando estamos parados en el tee
box y debemos realizar un swing perfecto para mandar la pelota dentro del hoyo
o cuando estamos frente a la canasta en un tiro libre y debemos encestar, cada
una de estas situaciones nos acercará o alejará a la meta que deseamos alcanzar
en esa competencia por la cual nos hemos preparado tanto o en ese partido que
definirá un gran logro de haber quedado segundos. Así como estos ejemplos
existen muchas situaciones en las que se debe jugar bajo presión independiente
del deporte, en cada uno de ellos existe ese momento en que debemos trabajar
con gran precisión sin importar la ansiedad que sintamos.
En muchas de estas circunstancias, sin darnos
cuenta, nos dejamos llevar por pensamientos que exageran la emoción de
ansiedad, muchas veces pensamientos de índole negativo, lo cual le agrega una
dificultad mayor a la tarea y se hará difícil controlar nuestras acciones bajo
la influencia de dichos pensamientos negativos pasando por nuestra mente.
Una
técnica importante para llevar a cabo ante estas experiencias son la las
autoverbalizaciones, estas consisten en utilizar palabras para expresarnos a
nosotros mismos un mensaje que sea concreto y directo en forma de lenguaje
interno, no es necesario expresarlo en voz alta, pero si te resulta más fácil
en voz alta o modulándolo con los labios también puedes ponerlo en práctica.
Ese
mensaje serán palabras que guiarán nuestros pensamientos de forma controlada,
para evitar que estos se descontrolen a causa de la emoción que nos provoca la
situación estresante. Estos mensajes pueden tener objetivos específicos, como
lo son el poner mayor atención a la tarea que estamos realizando, darnos
autoinstrucciones para guiar de forma precisa nuestras acciones y concretar la
tarea con éxito, animarnos y reforzarnos positivamente para motivarnos ante una
situación difícil o un error cometido.
Por
lo que es aconsejable que se tenga un repertorio de autoverbalización frente a
cada situación que provoque un nivel más alto de ansiedad o nerviosismo, ya sea
que la situación es difícil, que hayamos cometido un error, incluso si la
situación ha salido como queríamos.
Es
bueno que pongas es practica las autoverbalizaciones, no sólo ante las
situaciones más complejas, sino también en los entrenamientos, de esta forma
será un hábito y un ejercicio mental más fácil de realizar ante las verdaderas
situaciones estresantes.
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