Proverbio Zen.
Muchas veces no somos consciente que todo lo que
hacemos transmite un mensaje. Normalmente prestamos más atención a lo que
decimos, cómo lo decimos y el tono que usamos.
El lenguaje corporal es todo aquello que
comunicas por medio de movimientos, posturas o gestos. Estos no mienten,
reflejan directamente lo que está pasando por nuestra cabeza o lo que estamos
sintiendo en ese momento. Lo cual tiene un alto impacto en la imagen que
estamos dando a los demás, y esto puede ocurrir en una simple conversación o en
la primera impresión que causamos al conocer a alguien. Es muy probable los otros actúen en función
de cómo nos vea a nosotros, tanto por lo que decimos como por lo que dice
nuestro cuerpo.
La mayor parte de la comunicación del mensaje se
encuentra en aquello que reflejamos corporalmente, sobre todo con nuestra
postura. La comunicación verbal puede ser más fácil de controlar, sólo hace
falta vigilar lo que decimos y qué palabras usamos. El lenguaje no verbal es
más complejo, y si no eres consciente de él y el gran poder que tiene en ti y
en los demás, es probable que puedas tergiversar lo que quieras transmitir o
quedar en evidencia. Sin el conocimiento adecuado es muy fácil equivocarse. Por
lo tanto, no es bueno restarle importancia.
Como señala la Psicóloga Sian Beilock en su libro Choke: What the Secrets of the Brain
Reveal about Getting It Right When You Have To; apenas existe una separación entre
el cuerpo y la mente, como se solía creer. Nuestra forma de movernos y de
colocar nuestro cuerpo afecta a la manera de pensar, a la confianza y a la
percepción de los demás sobre nosotros”. En simples palabras, los pensamientos,
emociones, acciones y fisiología están estrechamente relacionados. Esta
relación funciona en muchas direcciones, y si queremos cambiar uno de estos
elementos podemos hacerlo en varios sentidos.
Así, del mismo modo en que transmitimos algo con
nuestro lenguaje corporal a los demás, es también posible transmitirnos a
nosotros mismo un mensaje con un simple cambio de postura, capaz de cambiar
nuestro estado mental o emocional.
Si queremos que el mensaje sea claro y que se
entienda correctamente, tenemos que ser coherentes. Lo que estamos diciendo en
palabras también lo debe estar diciendo nuestro cuerpo, a través de nuestra
postura y nuestros gestos. Si nos estamos mentalizando y diciéndonos a nosotros
mismos: “Esto me va a resultar”, “voy a salir exitoso” o “voy a ganar” pero al
mismo tiempo mantenemos una postura en la cual nuestra espalda esta encorvada o
nuestra cabeza apunta al suelo, nos estamos trasmitiendo un mensaje incoherente
que no tendrá resultado satisfactorio.
Por ejemplo, si se presenta dificultades para
salir de un estado emocional cargado de nerviosismo o ansiedad, ya que se
afrontará una actividad desafiante como lo es una competencia deportiva, es
posible controlar tu lenguaje corporal para cambiar tu emoción. Si a esto se le
agregan pensamientos positivos reforzarán aún más el ejercicio y seguramente se
logrará la actitud adecuada para cambiar y calmar las emociones.
Power Posing
Conociendo la importancia de este tipo de
comunicación es posible invertir el orden, controlar tu lenguaje corporal para
entrar en un estado mental acorde a él. El lenguaje corporal tiene un impacto
muy fuerte, tanto a nivel físico como psíquico. Amy Cuddy, psicóloga experta en
el lenguaje corporal, explica que el poder de este tipo de comunicación es tan
relevante que afecta también en nuestra fisiología. Existen estudios que confirman que ciertas
poses especificas incluso tienen poder a nivel neuroquímico y hormonal, aumenta los niveles de testosterona
y reduce los de cortisona (la hormona del estrés).
El
reconocido estudio Power Posing: Brief Nonverbal Displays Affect
Neuroendocrine Levels and Risk Tolerance concluye que un nivel más alto de
testosterona se expresará en una mayor autoconfianza y un comportamiento más
agresivo. Así mismo, bajar la producción de cortisona en el cuerpo mediante las
posturas que reflejen confianza y poder, contrarrestan las expresiones de
nerviosismo y también de estrés. Lo cual genera la sensación de control sobre
la situación, esto ayuda a pensar con más rapidez y mayor agilidad a la hora de
tomar una decisión en una situación compleja. Saber cómo manejar la postura corporal ayudará
a aumentar la autoestima y el rendimiento de cualquier tarea, tanto física como
intelectualmente.
Esto tiene una gran utilidad en el ámbito de los
deportes, tu rendimiento personal o de equipo y cómo te ven tus rivales. Por lo
que es importante pensar en qué imagen quiero proyectar antes de un partido o
en un entrenamiento. Qué quiero transmitir a mis compañeros de equipo y cómo
quiero que me vean aquellos contra quienes competiré.
Por ejemplo, en el caso de los entrenadores es
aconsejable usar las manos cuando estás tratando de aclarar una idea,
explicando o enseñando algo a tus deportistas. Es recomendable usar movimientos
que recalquen lo que se está expresando verbalmente. Esto muestra un manejo del
conocimiento que quieres exponer y refuerza la idea a quienes te están
escuchando, por lo tanto, genera confianza. Para quien utilice esta táctica, a
nivel emocional reduce el nerviosismo y evita aquellos movimientos que reflejan
un estado de inseguridad.
Otro ejemplo, conocido y ampliamente difundido
sobre una comunicación verbal y corporal en los deportes es el “Haka”
practicado por los All Blacks, equipo de Rugby neozelandés, actuales campeones
del mundo (2015). El Haka es una antigua danza tribal maorí que se utilizaba,
en sus comienzos, para preparar a los guerreros a la batalla. La danza
especifica que utilizan los All Blacks se denomina Kapa O Pango, sirve tanto
para entrar en un estado de mental de competencia compartido por todos los
compañeros de equipos, como para intimidar al equipo contrario a través del
canto y el lenguaje corporal de poder y cierta cuota de agresión.
En otros deportes no es
posible realizar algo similar al Haka, por lo que es recomendable utilizar
otros medios para obtener los mismos resultados, una buena mentalización previo
al partido y una comunicación corporal de fortaleza y confianza, entregara
satisfactorios beneficios durante el partido o entrenamiento. Para esto es muy
útil practicar las “Power Posing” o Poses de Poder.
Las posturas que transmiten poder
tienen relación directa con el manejo del espacio. Si se quiere demostrar
seguridad es conveniente utilizar el mayor espacio posible sólo con el cuerpo,
y para esto no es necesario moverse del lugar, sólo usar nuestros brazos y
piernas. En otras palabras, se debe mostrar una imagen de “hacernos grandes”.
Posturas contrarias a estas como lo
son; piernas o brazos cruzados, hombros hacia abajo, espalda encorvada, cabeza
gacha y mirada dirigida hacia abajo, muestran una imagen pequeña de nosotros
mismos, y a su vez, se tramite inseguridad, falta de poder y control sobre la
situación, incluso señales de miedo o estar atemorizado.
Ejercicio de Power Posing:
Previo a un partido o un
entrenamiento utiliza alguna de las siguientes poses que se señalarán. Es
importante considerar que para que el mensaje corporal sea procesado por
nuestra mente es recomendable utilizar estas técnicas por más de 5 minutos
antes de comenzar, con la practica recurrente de estas poses puedes ir
reduciendo el tiempo si ya te sientes más confiado. Es importante que las poses vayan acompañadas
de pensamientos positivos y fortalecedores, y gestos faciales acordes. No es
necesario utilizarlas todas, elige una de ellas, la que más te acomode.
1) De pie con las manos en las caderas
y la cabeza en alto, las piernas ligeramente más abiertas que el ancho de los
hombros, pecho hacia afuera, espalda recta. Refleja fortaleza e intimida.
2) De pie con los brazos extendidos
hacia arriba en el aire, la cabeza en alto, las piernas ligeramente más
abiertas que el ancho de los hombros, pecho hacia afuera, espalda recta.
3) Si se tiene una mesa delante se
puede permanecer de pie con las manos sobre la mesa y la parte superior del cuerpo ligeramente reclinados
hacia adelante.
4) Sentados en una silla con las
espalda y hombros erguidos, los brazos pueden estar
apoyados detrás de nuestra cabeza o sobre el respaldo de la silla, y los pies sobre la mesa o escritorio que tengamos en frente.
Referencias:
-
Carney, D.,
Cuddy, A. & Yap, A. (2010). Power
Posing: Brief Nonverbal Displays Affect Neuroendocrine Levels and Risk
Tolerance. Columbia University and Harvard University.
-
Beilock, S. Choke: What the Secrets of the Brain Reveal about
Getting It Right When You Have To.